Que fácil llegas tú
negando el saber,
que cínica ríes tú
malogrando mí ser.
Que tonta arremetes tú
derrotada por Dios,
que fea floreces tú
mustia en tu interior.
Que fría inventas tú
sin humilde temor,
que hondo detestas tú
la fiel corrección.
Que vana prosigues tú
culpando otro afán,
que falsa reniegas tú
comiendo buen pan.
Que necia te escondes tú
posponiendo morir,
que cerca te hallas tú
sin dejarnos vivir.
Ay vete pronto ya de mí
oh rebeldía,
que mi deseo es vivir
en armonía. (2)
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Pues yo decía, ay no soy
eso eres tú,
ay no no, no soy
como eres tú.
Ay vete pronto ya de mí
oh rebeldía,
que mi deseo es vivir
con alegría. (2)
Pues ahora digo, ay mi amor
no te condeno a ti,
ay por Dios
humildad pa’ mí.
Ay vete pronto ya de mí
oh rebeldía,
que mi deseo es vivir
en armonía.
Ay vete pronto ya de mí
oh rebeldía,
que mi deseo es vivir
con alegría.
(Octubre 1999)
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